El calor sofocante de una playa caribeña. Una mirada que dura un segundo de más. Un roce que no debió suceder. Así suena “Prohibido”, el nuevo sencillo del artista venezolano Luis Piña, una canción que le pone ritmo a la culpa, cuerpo al deseo y voz a esas historias que preferimos callar. Disponible desde el 10 de junio de 2025 en todas las plataformas digitales, el track es el primer adelanto de su próximo EP Afro, playa y Piña, una apuesta sonora fresca, honesta y profundamente emocional.
Luis Piña no le canta a lo obvio. Le canta a lo que arde. Y “Prohibido” es una muestra brutal de esa habilidad para meter el dedo en la llaga sin perder el beat. En este tema, el artista nos sumerge en una narrativa cargada de tensión: la historia de un amor prohibido, tan tentador como doloroso. “No está bien desear tu piel”, dice en uno de los versos más crudos de la canción, como si confesara en voz alta algo que muchos hemos sentido, pero pocos nos atrevemos a admitir.
La canción nace de la ficción, pero se siente como verdad. Porque aunque Luis Piña aclara que no está basada en una experiencia personal, cada palabra está empapada de emociones reales. Y es justo eso lo que la hace tan potente: el artista construye un relato que no necesita nombres propios para ser universal. Todos, en algún momento, hemos amado lo que no debíamos. “Prohibido” es la banda sonora de ese capítulo.
AFROBEAT CON LA PIEL Y EL ALMA
Musicalmente, el track es una joyita afrobeat, producida por el mismo Luis Piña, que ha sabido abrazar este género con autenticidad y estilo. Los beats bailables conviven con arreglos cargados de nostalgia. Es como si el cuerpo quisiera moverse mientras el alma se retuerce. La mezcla y masterización estuvo a cargo de José Vallenotti, quien logró elevar el tema a una experiencia auditiva pulida, envolvente y con un acabado de lujo.
Pero lo mejor es que “Prohibido” no se queda solo en el audio. Llega acompañado de un videoclip oficial dirigido por Miguel Farreras, donde el protagonista camina entre sol, sal y recuerdos, atrapado en un loop de ansiedad y deseo. Las imágenes, grabadas en una playa venezolana, no sólo retratan la belleza del paisaje, sino también ese contraste brutal entre la calma externa y la tormenta interna. Un mensaje de voz activa el disparador emocional que lo lanza al vacío de los recuerdos. Y ahí estamos todos: nadando en lo que fue, en lo que pudo ser.
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Afro, playa y Piña no es solo un nombre catchy. Es una declaración de intenciones. “Afro” representa el género que vertebra todo el proyecto: ritmos afrobeat y afrocaribeños que se sienten naturales en el cuerpo y el alma. “Playa” es el contexto, la estética, la brisa que envuelve los beats. Y “Piña” es la firma, el ADN del artista: un sonido que ya no necesita presentación y que conecta con su esencia desde lo personal hasta lo musical.